Tras dos años viviendo juntos, resultó ser todo mentira.
Dos años. Dos jodidos años.
No fueron cuatro días, ni tres meses, ni si quiera año y medio. DOS AÑOS.
Dos años decisivos para mi vida y en los que cada fin de semana deposité en ella toda mi confianza. Y no es que entre semana ni la mirase, es simplemente no tenía tiempo y ella no quería molestar.
Dos años a los que dediqué en la relación todo lo que un hombre puede dedicar en el amor. Jugamos, reímos, lloramos... Incluso a veces pensaba que me comprendía.
Hemos vivido tanto juntos que si hago memoria puedo recordar cada sonrisa que tumbado en el sofá he esbozado mirándola. Puedo hasta volver a repetir cada gesto. Y por qué no decirlo... Cada paja.
Y ahora resulta que me llaman del Corte Inglés y me dicen que se le ha acabado la garantía. Que tenga cuidado y si le pasa algo, será responsabilidad mía.
Histérico colgué el teléfono. Encendí la jodida televisión y ¡qué sorpresa!. No funciona.
Sinceramente; no se que más hacer por ella.
-Le compré el último Reproductor Blu-Ray del mercado para que estuviese a la moda.
-Le conecté la Play Station 3. La Xbox y una puta Wii. -Y aún había días que decía estar cansada y no quería jugar-.
-Le diseñé y pagué una estantería a su medida.
-Le facilité el acceso a internet, luz y cable.
-Le pagué una jodida reducción de estómago sólo para que no la llamaran "la caja tonta".
¡Si hasta tenía sonido dolby surround 5.1!
Y ya veis. Tras dos años, me ha decidido abandonar.
Pues sabes que te digo estúpida e incompetente máquina de hacer dinero; ojala termines de telecroma para un tarot a las tantas de la madrugada y espero, por mi bien, tener la suerte de no verlo nunca.
Atentamente: Un iluso consumista más.