viernes, 15 de marzo de 2013

Lo que otros llamarían amor.

Hace un par de días me preguntaste qué era para mi el amor, querías saber que significaba un "te quiero" y cuanto podía llegar a quererte. Sabes que no supe responderte y que cobarde y asustado, huí sin mirar atrás dejándote sola en aquel banco en el que nos conocimos.
Han pasado tres días y tres noches y allí sigues, pasando frío y esperando, sentada, a que tenga fuerzas para volver a mirarte a los ojos y responderte. Y lo sé porque a veces, cuando bajas la mirada y lloras, yo te observo y sufro desde lejos detrás de un árbol, asustado...
Hoy por fin he decidido contestarte qué es para mi el amor y que significa un "te quiero", pero no lo haré en persona. Te dejaré esta carta en el banco y esperaré a que la leas para ver por última vez como sonríes. Si, como acabas de hacer ahora. Y ahora.Y otra vez. Deja de hacerlo. Bueno, no dejes de hacerlo. Sonríe siempre... Aunque a partir de ahora lo harás sola, no puedo acompañarte más.
Me preguntaste que significaba para el amor y ya te se contestar. Y es que el amor es lo que siento cuando te veo llorar. Cuando te veo sufrir. Amor es pena y tristeza. Amor es... De una forma u otra... Un sentimiento pasajero que poco a poco te desgarra por dentro. Y sí, te quiero, pero lejos.
No me voy a morir, ni mucho menos. Tal vez creas que ahora mismo estás en una película en la que el protagonista le dice a su chica que mira, que oye, que me muero y que esto lo hacía para hacerte sufrir y que así no me echaras de menos. Que eras perfecta, que todo saldría bien, que encontraría a otro y que al final de la carta él vuelve, se besan y se despiden llorando. Todo son penas y alegrías, tristezas y sonrisas... Pero no. Ni mucho menos. No me muero y espero no hacerlo aunque si por ti fuera, una vez se te pase el susto, estoy seguro de que me desearás así, bajo tierra.

Si te soy sincero, jamás pensé que tendría que escribirle una carta a una puta. No te ofendas pero de ello vives. Por cierto, es increíble lo insistente que puedes llegar a ser sólo para cobrar las felaciones. Tres días y tres noches esperando allí sentada a que vuelva y te pague. Si hasta has llorado para darme pena y no lo has conseguido. Me encantas. La de mentiras que habrás imaginado y el tiempo que habrás perdido esperándome y ahora mírate; leyendo de noche una carta de un fiel amante despechado.

Realmente no te odio. No espero verte sufrir ni nada de eso pero con algo tenía que llenar líneas y líneas para que quien lea esto en un blog de mierda, tenga para un rato más.

De hecho, si lo pensamos todo bien... Ha sido culpa mía. Aquel día no se me ponía dura y quisiste salvar la situación preguntándome que coño significaba para mi el amor... un "te quiero" y si podía llegar a quererte. La respuesta es no. No puedo llegar a quererte.

Ah! y para que esto termine bien y así quien lo lea diga; coño, que mierda de blog... no sé porque he sido capad de aguantar tanto rato leyendo esto... pero al menos termina con un final feliz.

Pues eso, para que termine bien, te he dejado el dinero en la papelera de la esquina, la del al lado del chino. Espero que nadie haya tirado la mierda del perro ahí, aunque eso sí que sería un final feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario